...conciencias colectivas, empobrecidas, amaestradas, ahogan su llanto en un océano de innecesarias necesidades... Cambiaban los lugares, las conciencias colectivas, las innecesarias necesidades, pero el ahogo del llanto era el mismo...Recuerdo mi llanto, ya lejano, mi ahogo, mi innecesaria angustia...también recuerdo el niño que fui, cuando aún era un niño sin recuerdos, sin conciencia colectiva...era tan poco lo necesario...no había ahogos, ni llantos de dolor....Recuerdo otros lugares, otros niños sin recuerdos, sin conciencias colectivas, necesitaban tan poco...me recuerdan a mí de niño. Que nos habrá separado...?..
No hay comentarios:
Publicar un comentario